¿Modelos virtuales sustituirán a los influencers?

En 2021 Prada relanzo su fragancia «Candy» con una nueva misión: conquistar a la Generación Z. Para esto implementaron una campaña protagonizada por «Muse Candy», una modelo virtual creada para vender la fragancia Candy de Prada. Lo interesante es que los resultados del estudio sugieren que, para los consumidores, las diferencias entre modelos reales y virtuales son mínimas en cuanto a impacto publicitario. Pero, ¿Qué implica esto para las marcas?

«Prada Candy es la primera puerta de entrada de la marca para la Generación Z y los jóvenes Millennials»
Yann Andrea – Gerente internacional de Prada Beauty en L’Oréal

En la publicidad actual, donde la inteligencia artificial y la tecnología CGI se han abierto camino, la línea entre lo virtual y lo real parece más borrosa que nunca. Tanto las modelos de carne y hueso como sus contrapartes virtuales compiten por captar la atención de los consumidores.

Yann Andrea, director general internacional de Prada Beauty en L’Oréal, destacó que Prada Candy es la primera puerta de entrada de la marca para la Generación Z y los jóvenes millennials. «Siempre ha sido la faceta joven y audaz de la marca, pero la juventud de hoy es diferente a la de ayer, por lo que era necesario actualizar su plataforma y su mensaje», afirmó Andrea.

La campaña está enfocada en plataformas donde la Generación Z pasa gran parte de su tiempo: Twitch, Snapchat y TikTok. Estas redes sociales no solo son medios de comunicación, sino también espacios donde lo real y lo virtual se entremezclan cada vez más, y donde los usuarios interactúan con influencers digitales de manera tan natural como lo harían con figuras humanas.

Para crear esta campaña, Prada se asoció con el reconocido fotógrafo francés Valentin Herfray, quien se encargó de desafiar la percepción de la realidad combinando elementos de fotografía y tecnología en las imágenes impresas. El resultado es un juego visual que difumina las líneas entre lo real y lo virtual, reflejando perfectamente la ambigüedad con la que la Generación Z percibe el mundo.

En el ámbito audiovisual, la marca recurrió al cineasta y guionista danés Nicolas Winding Refn, conocido por películas icónicas como Drive y The Neon Demon. Su estilo único, que combina acción, drama y una visión psicodélica de la realidad, encaja perfectamente con la narrativa disruptiva que Prada buscaba transmitir.

¿Un Futuro Sin Modelos Reales?

A pesar del éxito de las modelos virtuales, es difícil predecir si las supermodelos de carne y hueso serán completamente reemplazadas. Estas últimas siguen contando con un factor clave: el «contagio de fama». Cuando una celebridad respalda un producto, su renombre puede transferirse al mismo, algo que, hasta ahora, es más difícil de lograr con modelos creadas por IA. Sin embargo, como en el caso de Lil Miquela, con millones de seguidores en redes sociales y colaboraciones con marcas como BMW y Calvin Klein, el futuro de las celebridades virtuales parece prometedor.

Las modelos virtuales no solo están aquí para quedarse, sino que también están desempeñando un papel crucial en el futuro de la publicidad. Aunque aún queda camino por recorrer para que igualen la fama de las supermodelos tradicionales, sus ventajas logísticas y económicas las convierten en una opción cada vez más atractiva para las marcas. A medida que la tecnología avanza, la pregunta no es si veremos más modelos virtuales, sino cómo evolucionará la publicidad para integrarlas de manera aún más creativa y efectiva.

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